En general, se considera que la Reforma en Suecia comenzó en 1527 durante el reinado del rey Gustavo I de Suecia, pero el proceso fue lento y no se decidió definitivamente hasta el Sínodo de Uppsala de 1593, tras un intento de Contrarreforma durante el reinado de Juan III (1568-1592).
La Reforma sueca provocó la ruptura de la Iglesia de Suecia con la Iglesia Católica Romana. Se considera que marcó el final de la Edad Media sueca. La Reforma hizo que tanto Suecia como Finlandia se convirtieran en países protestantes, ya que esta última formaba parte integral de Suecia en ese momento.